miércoles, 24 de abril de 2013

De la A a la Z. Serendipia

Llega el turno de la S , en nuestra particular historia de la A a la Z , y nuestra compañera Toñi, de Física y Química, nos sitúa en torno al desconocido concepto de la Serendipia, a partir de ahora algo nos sonará, verdad ?  Espero que os guste.



QUE ALGO QUEDA


(O de cómo, cayéndonos de morros, podemos darnos con la suerte)




Una manzana cualquiera se desprende de un árbol anónimo ante Newton; Cristóbal Colón persigue una ruta alternativa para llegar a Asia… y se topa con un obstáculo de enormes dimensiones; Wöhler se equivoca y produce urea en lugar de cianato amónico; un indio suramericano con fiebre bebe el agua amarga de una charca de la jungla y el chute de quinina le borra la malaria ; un tal Fleming, acatarrado, analiza sus mocos en una placa de Petri, se le cae una lágrima y descubre que está llenica de antibióticos, poco después:¡eureka, la penicilina!; la resistencia de una lozana ordeñadora a una espantosa enfermedad es advertida por un médico rural que transita así, alegremente, de la vaca a la vacuna; una pantalla fluorescente reluce en la oscuridad y, envuelta en papel negro, una placa fotográfica se le vela a la señora Curie cuando no debía y, ¡mamma mía, resultó que el uranio era radiactivo!…

Cualquiera de estos accidentes pasaría inadvertido para la mayoría de nosotros. En cambio, debido a la sagacidad y astucia de las personas que se tropezaron con ellos, tenemos hoy una explicación a las leyes que gobiernan el movimiento de los planetas, o podemos viajar a América, o sintetizar materia orgánica, o curar enfermedades infecciosas y erradicar la viruela. Eso sí, igual hacemos bombas de destrucción masiva que tratamos el cáncer (los isótopos radiactivos, los humanos y nuestras serendipias somos así de caprichosos).

Como ya se habrá deducido, la serendipia consiste en un descubrimiento accidental. Introduciendo el juguetón azar en la ciencia, la serendipia nos invita a no despreciar nunca los resultados inesperados. La sorpresa, la excepción o la disonancia se tornan pistas sólo para la mente aguda y genial que, lejos de desecharlas como trivialidades inoportunas, las somete a estudio y es capaz de encontrar el secreto que el error oculta. El descubrimiento consiste en ver lo que todos han visto y pensar lo que nadie ha pensado.


Seguro que todos, alguna vez, hemos experimentado nuestra serendipia particular, confesable o no, pero siempre sorprendente…

Alertad los sentidos y la mente: la serendipia, siempre esquiva y juguetona, está ahí, esperándonos a la vuelta de cualquier esquina. Eso sí, hay que saber verla, claro.




Cuentan las crónicas que, cuando Arquímedes fue a los baños públicos concentrado en la misión que le había encargado el rey Herión de Siracusa y, horas más tarde, salía corriendo desnudo por las calles de dicha ciudad gritando su famoso “eureka”, no era consciente de que su descubrimiento pasaría a la historia no sólo por su importancia científica sino, también, por ser la primera serendipia conocida.





miércoles, 17 de abril de 2013

El Rostro De La Sombra , Premio Hache 2013


"El rostro de la sombra", de Alfredo Gómez Cerdá, ha ganado el Premio Hache de Literatura Juvenil 2013. 


 El escritor estuvo en nuestro instituto el día 21 de febrero, en un encuentro con alumnado de 2º y 3º de ESO.
Con El Rostro de la Sombra


La charla










Nos habló de su libro y de su experiencia como creador de historias, respondió a las preguntas de los alumnos 

Firmando libros







y firmó un montón de libros.




Desde el IES Los Molinos:

 ¡Felicidades, Alfredo!


Alfredo Gómez y los alumnos del Instituto



jueves, 4 de abril de 2013

De la A a la Z. La Letra O


Tras el paréntesis de la Semana Santa, Isabel Olivo, profesora de Lengua y Literatura y Coordinadora de la Biblioteca del I.E.S. Los Molinos, retoma nuestro particular mundo literario y nos comenta el origen de la letra O. Seguro que os llama la atención

ORIGEN DE LA LETRA “O”



Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, la “O” es la decimosexta letra del abecedario español. Eso si utilizáis un diccionario moderno. Si la buscáis en una edición algo más antigua, veréis que era la decimoctava letra. Estas dos posiciones las ha adelantado desde que nuestras queridas “ch” y “ll” (“che” y “elle”) pasaron a mejor vida.
A continuación leemos que se pronuncia emitiendo la voz con los labios un poco sacados hacia fuera en forma redondeada, por lo tanto, vemos que su pronunciación está relacionada con su forma escrita. Y es precisamente esa forma redondeada la que la convierte en la primera letra que aprenden a escribir  los niños pequeños. De hecho, en el propio diccionario se hace mención a lo “facilona” que es nuestra querida grafía, al poner como ejemplo de expresión coloquial: “No sabe ni hacer la o con un canuto” = ”Ser muy ignorante”.
Pero, ¿cuál es el origen de la letra “O”?
La letra "O" proviene de la escritura jeroglífica egipcia, donde se dibujaba con forma de ojo. Los fenicios la tomaron de ahí, la llamaron ain, que significa ojo, y fueron los primeros en representarla de forma circular. De los fenicios pasó a los griegos, que tenían dos oes: omega (o larga) y omicron (o breve). De los griegos pasó a otros pueblos, como los etruscos y los romanos. Aparece escrito como un círculo, de un solo trazo, en los textos latinos tardíos. En etrusco y en latín arcaico, en cambio, se escribía con dos trazos semicirculares.


  Sin embargo, la letra “O” no siempre es redonda. Sirvan como ejemplo las siguientes representaciones alternativas:
En el alfabeto aeronáutico internacional se le asigna la palabra Oscar.
En código Morse es: ---
                     
Bandera de Señales
Lectura Braille
      




Alfabeto Semáforo
Alfabeto Sordos
                
              
Pero en español, la “O” no es sólo el nombre de una letra. También es una conjunción disyuntiva que denota diferencia, separación o alternativa entre dos o más cosas.   A mí personalmente es una conjunción que no me gusta. Siempre le he tenido manía al hecho de tener que elegir, y reconozco que no soporto las preguntas del tipo: “¿Sí o no?”, porque entre ambas opciones siempre hay un amplio abanico de posibilidades.
Además, “O” es un nombre de mujer. Quién no ha escuchado alguna vez la celebre canción “María de la O”, versionada, entre otros, por Estrellita Castro, Marifé de Triana, Carlos Cano, Niña Pastori, Diana Navarro... La Virgen de la O es una advocación mariana en la que se la asocia con el Adviento o espera de la Natividad de Cristo. La razón del nombre de O es la exclamación admirativa “Oh” que aparece en las siete estrofas de Vísperas que preceden a la Navidad. 
Y hablando de exclamaciones, anoto a continuación las cuatro interjecciones españolas que comienzan por la letra “O”. Las tres primeras seguro que las hemos utilizado en innumerables ocasiones, pero la última de ellas, confieso mi ignorancia, no sabía ni que existía.
¡Oh!, utilizada para manifestar muchos y muy diferentes estados de ánimo.
¡Ojalá!, con la que expresamos un vivo deseo de que suceda una cosa.
¡Olé!, con la que se anima y se aplaude.
¡Ox! , voz empleada para espantar la caza y las aves domésticas.


Itziar Sistiaga y El Veto. 7/2/14

Actividades 2014 / 15

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